El papel de lija de carburo de silicio ofrece unas propiedades abrasivas fiables que le permiten producir resultados superiores en una amplia gama de aplicaciones. A diferencia de sus rivales, el carburo de silicio resiste la degradación térmica durante los procesos de abrasión intensiva, lo que minimiza la degradación del grano y garantiza unos resultados de acabado precisos.
El rápido arranque de material hace que la Rapid Sander sea ideal para alisar superficies rugosas y preparar la madera para teñirla o pintarla, así como para frotar acabados de película como laca o goma laca.
Abrasivos
Existe una gran variedad de abrasivos para trabajar el metal y la madera, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. Encontrar el tipo ideal dependerá tanto del material elegido como del acabado deseado; dos opciones populares son el carburo de silicio y el óxido de aluminio (alúmina). Ambas opciones ofrecen unos resultados de lijado excepcionales, pero difieren en durabilidad, nivel de rendimiento y versatilidad.
Los abrasivos de carburo de silicio se fabrican refinando arena de cuarzo de alta calidad y coque de petróleo en un horno de resistencia, produciendo bloques de carburo de silicio que luego se trituran, se lavan con soluciones de ácido/álcali, se lavan en mezclas de ácido/álcali, se separan magnéticamente, se tamizan y se clasifican para obtener diferentes grados y tamaños de partículas. Existen dos variedades comunes: el carburo de silicio negro tiene mayor dureza y es ideal para procesar metales no ferrosos como la cerámica, mientras que el carburo de silicio verde tiene bordes más duros pero carece de durabilidad en comparación con el carburo de silicio negro.
La alúmina (u óxido de aluminio) es un abrasivo excepcionalmente resistente y flexible, muy utilizado en el lijado de metal y madera. Está disponible en tamaños de grano grueso a fino y es ideal para la mayoría de los materiales. La alúmina se desgasta más lentamente que otros abrasivos, por lo que puede durar mucho tiempo.
Granalla abrasiva
La selección de la granalla ideal es clave para optimizar las operaciones de preparación de superficies. Hay varios tipos disponibles, cada uno de los cuales ofrece propiedades y características únicas, como dureza, forma, densidad de sus partículas e impacto en la relación coste/eficacia de las operaciones de granallado. Al elegir un abrasivo para cualquier trabajo, considere qué atributos se combinarán para obtener una solución económica pero de alto rendimiento.
El óxido de aluminio es el abrasivo de referencia para las aplicaciones de granallado, ya que ofrece varios grados de dureza y tamaños de grano para cada grado de dureza necesario para las aplicaciones de granallado. La durabilidad del óxido de aluminio lo hace adecuado para el reciclado de múltiples aplicaciones, especialmente eficaz para eliminar el óxido y la pintura de los metales gracias a su grano resistente que penetra fácilmente en los revestimientos al tiempo que limpia el sustrato subyacente.
Otros abrasivos populares son la arena, el vidrio triturado y la escoria, todos ellos legales según la EPA para la preparación de superficies mediante granallado comercial, que pueden utilizarse tanto en seco como en húmedo, dependiendo de la aplicación, como limpieza, granallado o pulido.
El tamaño es importante a la hora de seleccionar un abrasivo; de él dependerá su eficacia y la rapidez con que atraviese los revestimientos que se están eliminando. Las partículas con bordes subangulares tienden a cortar más agresivamente los revestimientos protectores.
Papel de lija abrasivo
El papel de lija de carburo de silicio es una opción ideal para proyectos de carpintería de alta gama que exigen precisión y consistencia en el acabado, gracias a su versatilidad y amplia gama de tamaños de grano que satisfacen diversas necesidades de acabado. Desde sus granos gruesos para alisar rápidamente superficies irregulares, hasta los más finos para dar el toque final a su obra maestra.
El papel de lija de carburo de silicio negro se utiliza habitualmente en la reparación de automóviles, donde su resistencia al agua lo hace adecuado para aplicaciones de lijado en húmedo. Además, su propiedad semiconductora ayuda a disipar el calor y evita la acumulación de electricidad estática.
Los abrasivos de carburo de silicio pueden cortar materiales con mayor eficacia que los fabricados con óxido de aluminio, debido a sus granos más afilados y duros que cortan vidrio, plástico y tableros de fibra de densidad media sin esfuerzo y con poco esfuerzo por parte de los usuarios. Su friabilidad -sus granos desgastados se descomponen en granos más pequeños y afilados al desgastarse- reduce la obstrucción y prolonga la vida útil del producto.
El grano abrasivo crea menos fricción y calor al cortar el material, reduciendo a la mitad el tiempo de uso de la lija. Además, sus bordes suaves evitan que se quemen los materiales y generan menos polvo en el entorno de trabajo.
Muelas abrasivas
Las muelas abrasivas se utilizan ampliamente para esmerilar, alisar y pulir materiales como metales, cerámica y piedra. Disponibles en una amplia gama de tamaños y granos -desde gruesos a finos-, ofrecen un acabado preciso con materiales duros como el metal y la cerámica, mientras que los materiales dúctiles blandos requieren muelas más gruesas con abrasivos de grano fino para un esmerilado eficaz. Al seleccionar las muelas hay que tener en cuenta diversos factores, como el tipo de material y el acabado deseado. A la hora de seleccionar la que se va a utilizar: los materiales duros necesitan muelas de grano fino, mientras que los materiales blandos o dúctiles requieren muelas más gruesas en función de la dureza del material que se va a rectificar; el material debe coincidir con la dureza del material que se va a rectificar; en estos casos, los abrasivos deben coincidir perfectamente con la dureza del material que se va a rectificar, mientras que los materiales blandos o dúctiles requieren muelas de grano más grueso.
La fabricación de muelas abrasivas se parece a la de papel de lija, aunque con mayor industrialización. El grano abrasivo y los productos químicos aglutinantes se combinan en una mezcladora industrial antes de darle forma de muela mediante prensado.
Entre los abrasivos más comunes utilizados en las muelas abrasivas se encuentran el óxido de aluminio, la alúmina, la alúmina de circonio y el diamante. El óxido de aluminio es ideal para rectificar rápidamente metales blandos como el hierro y las aleaciones de acero, aunque es relativamente quebradizo y menos duradero que sus competidores. La alúmina de circonio destaca en el rectificado de metales duros a temperaturas más elevadas, al tiempo que se autoafila durante su uso.
Otros abrasivos populares son el nitruro de boro cúbico (CBN) y el diamante natural. El CBN puede utilizarse en materiales extremadamente duros, como aceros superduros para herramientas y matrices y hierro fundido, mientras que el diamante natural es más costoso; su uso se limita a aplicaciones específicas como el pulido de carburos cementados.