Componentes de una muela de carburo de silicio

Una muela abrasiva consta de dos elementos principales: los granos abrasivos que cortan el material de trabajo y su aglomerante, que los mantiene firmemente unidos. Cuando los granos abrasivos se desafilan o desgastan, su unión se rompe, dejando al descubierto nuevos puntos de corte y manteniendo al mismo tiempo una velocidad de corte constante.

Weiler ofrece muelas diseñadas para minimizar los contaminantes de hierro, azufre y cloro para mejorar los resultados de rectificado en piezas de acero inoxidable y aluminio.

Dureza

La dureza de los abrasivos de las muelas determina su capacidad de corte Normalmente, los granos más duros proporcionan cortes más agresivos. La dureza del aglomerante también influye en el rendimiento Los aglomerantes duros mantienen los granos abrasivos mejor unidos contra las fuerzas de amolado que los aglomerantes blandos, que permiten una rotura más fácil.

Los abrasivos duros como el carburo de silicio negro presentan granos afilados y quebradizos que cortan con rapidez. Es el más adecuado para el rectificado de piezas de metales no férreos. Por otro lado, los abrasivos más blandos, como la alúmina fundida marrón, presentan granos más débiles y redondeados que los hacen adecuados para el rectificado de piezas de fundición y aluminio.

Las muelas más blandas tienen una menor velocidad de rectificado y son adecuadas para rectificar todo tipo de materiales, incluidos aceros y aceros inoxidables. Una muela más dura tiene una mayor acción de rectificado, por lo que es más adecuada para materiales más duros, como el hierro fundido. A la hora de elegir el tipo de muela y la concentración adecuados, tenga en cuenta factores como el tipo de pieza, la velocidad de arranque de material, la potencia disponible de la máquina y el refrigerante utilizado.

Bono

El aglomerante de una muela mantiene unidos sus granos abrasivos. Su naturaleza dura o blanda determina su longevidad y rendimiento: las muelas más duras tienden a durar más, mientras que los aglomerantes blandos pueden exponer nuevos granos más rápidamente y proporcionar una capacidad de corte superior.

Los abrasivos utilizados en las muelas también son clave, ya que los distintos granos ofrecen ventajas únicas en función del material que se procese. El óxido de aluminio funciona especialmente bien con metales como el acero y el hierro; sin embargo, su falta de velocidad de corte o longevidad limita su uso como abrasivo.

Los abrasivos de carburo de silicio negro y verde son opciones populares de abrasivos para cortar materiales no metálicos con baja resistencia a la tracción, como vidrio, cerámica y materiales refractarios. El carburo de silicio verde puede costar más, pero es ideal para materiales duros y quebradizos, como aleaciones de titanio o vidrio óptico.

Poros

El rendimiento de una muela depende del tamaño de sus poros. Un mayor tamaño de poro permite aplicar mayores cargas abrasivas, lo que posibilita una penetración más profunda de sus granos en el material que se está rectificando y, en consecuencia, una mayor eliminación en virutas pequeñas.

Los poros desempeñan un papel integral en el proceso de sinterización y contribuyen a la naturaleza porosa de los cuerpos de carburo de silicio sinterizados. Aunque es posible controlar la porosidad con variaciones en los ajustes del perfil de tiempo/temperatura, este método no suele proporcionar estructuras reproducibles con una distribución uniforme del tamaño de los poros.

La presente invención proporciona un método para producir materiales porosos a base de carburo de silicio con alta densidad de poros, proporcionando condiciones ideales para su uso, tales como una excelente resistencia a la oxidación, resistencia a los ácidos, resistencia a la reacción de partículas y resistencia al choque térmico. Esta invención emplea formadores de poros orgánicos en cantidad suficiente para que no se quemen durante la cocción ni se descompongan en polvo durante el procesamiento.

Grado

Los grados duro y blando se refieren a la fuerza relativa de la unión que mantiene unidos los granos abrasivos en una muela abrasiva. Los grados duros indican uniones fuertes que resisten las fuerzas de amolado que intentan desprender los granos; los grados blandos tienen uniones más débiles que se desprenden más fácilmente, lo que proporciona una capacidad de corte más rápida al tiempo que prolonga la vida útil de la muela.

A la hora de elegir una muela, hay que tener en cuenta el material que se va a rectificar y el acabado deseado. Los materiales duros y quebradizos tienden a funcionar mejor con tamaños de grano más finos y muelas de aglomerante blando, mientras que para materiales más flexibles son más adecuados los tamaños de grano medio a grueso y los aglomerantes más blandos.

El óxido de aluminio (alúmina fundida blanca) es un abrasivo ideal para superficies de acero y hierro, aunque su capacidad de corte se embota rápidamente con el uso. El nitruro de boro cúbico (CBN) funciona mejor en aceros más difíciles de mecanizar, mientras que el diamante es más eficaz con materiales más duros.

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